jueves, 15 de mayo de 2025 4o5h47

Efteling ha inaugurado La Princesa y el Guisante 4z435y

Comunicado de Efteling:
La Princesa y el Guisante ha llegado al Bosque de los Cuentos de Efteling

Esta mañana tuvo lugar una ceremonia festiva de bienvenida en el Bosque de los Cuentos de Efteling para celebrar la llegada del nuevo cuento de hadas: La Princesa y el Guisante. Los entusiastas habitantes del bosque se reunieron para dar la bienvenida a la nueva princesa a su mundo encantado, ubicado en el sur de los Países Bajos. En presencia de los medios de comunicación y de los primeros visitantes, se inauguró el pabellón y se descubrió a la princesa durmiendo sobre una enorme pila de colchones, bajo la cual estaba escondido un guisante. Después de la ceremonia, todos pudieron descubrir quiénes se hospedaban en esta pequeña casa mágica. Véronique (22 años), que vino a Efteling con su madre especialmente por los cuentos de hadas: «Qué adición tan encantadora y cálida al Bosque de Cuentos de Hadas. Es una habitación pequeña e íntima con muchos detalles y un aire internacional».

Una canción poética

“La elección de este cuento, en el que una princesa durmiente desempeña el papel principal, fue natural debido a su ubicación al pie del Efteling Gran Hotel”, explica Koen Sanders, director of Product, Marketing & Image. “El pabellón es una auténtica escena de cuento de hadas, en la tradición del Bosque de los Cuentos”. Por primera vez, optamos por una canción poética en lugar de una historia hablada. De este modo, la moraleja del cuento surge aún más clara: la verdadera belleza viene del interior. Es conmovedor ver que la sensibilidad de la princesa es precisamente su fuerza. Y así, Efteling continúa construyendo conexiones a través del poder de las historias, también con este cuento de hadas número 31. »

La canción poética fue cantada por la cantante belga Geike Arnaert.

La historia

Érase una vez un príncipe que sólo quería casarse con una verdadera princesa. Una noche tormentosa, bajo la lluvia torrencial, una princesa de una tierra lejana llamó a la puerta del palacio. La reina le hizo a la muchacha empapada, que llevaba un vestido deshilachado, que decía ser una verdadera princesa, una prueba del guisante. Escondió un guisante debajo de veinte colchones y veinte mantas de plumas. Sólo una verdadera princesa sería tan sensible como para sentir el guisante, lo que le impediría dormir …